El 11 de noviembre de 1811, Pedro Romero al frente de los lanceros de Getsemaní, apoyado por los moradores del barrio, con lanzas, puñales y fusiles irrumpió el salón donde estaban reunidos la junta del gobierno, y exigieron la independencia absoluta de Cartagena.

Desde entonces, con motivos festivos, la ciudad conmemora los actos de la contienda bélica, para significar así los valores del pueblo y su gesta en la búsqueda de libertad e igualdad social; la organización de la Fiesta del Once de Noviembre estaba a cargo de los comerciantes, del gremio de artesanos, instituciones escolares, representantes del poder político y las comunidades barriales.

En las fiestas novembrinas influyeron los imaginarios republicanos, es decir, los himnos patrióticos, marchas y carrozas alegóricas a la libertad, carros charros, disfraces, las simulaciones bélicas del buscapié, fandangos y la diversidad musical y dancisticas, como la cumbia, la gaita, el bullarengue y el porro.